El diseño es algo más que el producto de la visión de una sola persona: debe ser el resultado de un proceso de colaboración que lleve los objetivos de las partes involucradas más allá de los detalles pertinentes a cada requisito particular para lograr un todo integrado.
Durante más de treinta años, hemos desarrollado una metodología del diseño que se ajusta a las limitaciones de cada proyecto y las sobrepasa. Resulta fundamental para nuestra metodología la idea de que el diseño es algo más que el producto de la visión de una sola persona: debe ser el resultado de un proceso de colaboración que lleve los objetivos de las partes involucradas más allá de los detalles pertinentes a cada requisito particular para lograr un todo integrado. La función del diseñador principal, Rafael Viñoly, es interpretar tanto como inspirar; supone prever las consecuencias que conlleva la visión de las partes involucradas en términos físicos y de funcionamiento con el objeto de producir un edificio que sea económico, funcional, eficiente y seguro, así como un lugar que estimule, sea acogedor y apropiado.
Un proceso de diseño eficiente e integral debería incluir la necesidad natural de explorar alternativas de diseño. Nosotros desarrollamos una matriz de variables que define dichas alternativas. Nuestra metodología se basa en la idea de que es posible consensuar un buen diseño a través de la exploración sistemática y la evaluación de alternativas que abordan y ponen de relieve distintos aspectos del proyecto.
Los diseños se evalúan conforme a parámetros de funcionalidad, operaciones, costo de construcción, importancia urbanística, compatibilidad cívica y programa de trabajo. Cada diseño se estudia tridimensionalmente en maquetas y se representa en plano y sección. El objetivo es construir una estructura de acuerdo con un principio: las disciplinas de la planificación, la programación y el diseño arquitectónico se encuentran estrechamente ligadas con la ingeniería y otros campos especializados, como la iluminación y la acústica. Las distintas cuestiones se abordan como un todo, compuesto por factores estéticos, funcionales, sociales, técnicos y económicos.
La transparencia a la hora de explicar los mecanismos del pensamiento arquitectónico nos permite evitar ejercer un nivel exagerado de control sobre el proceso, así como generar una sensación de propiedad colectiva en el proceso de toma de decisiones. Para realizar un diseño conformamos un Equipo de proyecto, responsable de su entrega. El equipo se encuentra formado por grupos de usuarios, directivos, asesores, administradores de obras, estimadores de costo y diseñadores. El proceso de diseño no debería desarrollarse únicamente sobre la base del intercambio de información y la búsqueda de acuerdos parciales, sino de interacciones que generen un verdadero ambiente creativo que promueva la imaginación y fomente el aprendizaje. Es el conocimiento compartido que se va acumulando a lo largo del proceso de desarrollo de alternativas y la crítica de sus orígenes conceptuales —y no la opinión de un jurado externo— lo que termina por convertirse en el conjunto de criterios que determinará la selección de un rumbo final para el diseño.