Universidad de California en San Francisco, Centro Oncológico Familiar Integral Helen Dille
Dos edificios con planta en forma de L intercaladas contienen instalaciones de investigación y oficinas administrativas y definen un atrio de cinco pisos, donde los espacios de reunión formales e informales aumentan las posibilidades de colaboraciones espontáneas.
Para fomentar la interacción y la colaboración entre tres departamentos distintos relacionados con la investigación oncológica, Viñoly diseñó el Centro oncológico familiar integral Helen Diller como dos alas intercaladas de cinco pisos con forma de L, una de las cuales contiene laboratorios de investigación y la otra oficinas para los investigadores principales y los investigadores becarios. Un atrio de cinco pisos queda ubicado en el espacio residual que hay entre las dos alas.
La estrategia de diseño no solo maximiza el contacto entre investigadores, sino que además refleja el variado contexto urbano que rodea al edificio. El ala de oficinas está orientada al norte y al este — hacia los distritos comerciales de Mission Bay y el centro de San Francisco— y revestida en metal y vidrio, mientras que el muro de travertino del ala de laboratorios se orienta hacia el sur y el oeste, donde se encuentran los edificios del campus de la UCSF, que llevan el mismo revestimiento. Estos materiales reflejan las diferentes funciones y contextos de las alas, equilibrando solidez y permanencia con transparencia y apertura. Los retiros volumétricos que impuso el plano director del campus crearon la oportunidad de instalar terrazas en las azoteas de los pisos superiores.
El vestíbulo, dispuesto en un solo nivel en la planta baja, conecta la Third Street (arteria principal para vehículos y vía de tren ligero) con un patio ubicado en el interior de la manzana, además de contener una sala de seminarios con capacidad para 70 personas que comparten los tres departamentos. Este vestíbulo de un solo nivel se abre hacia el atrio de cinco pisos, iluminado por claraboyas y conectado por escaleras abiertas y puentes peatonales, que aumentan las opciones de circulación y mejoran el ambiente social. Dichos elementos crean un sentido de identidad e interacción en todo el edificio. Este efecto se ve realzado por los balcones y las áreas abiertas que rodean el atrio, espacios que funcionan como pasillos de circulación horizontales, además de como oficinas abiertas o salas de espera.
Los laboratorios abiertos del segundo, tercer y cuarto piso emplean un sistema modular de mesas de laboratorio diseñado por Viñoly. Este sistema cuenta con postes que reúnen los suministros, superficies de trabajo de altura ajustable y estantes que los usuarios pueden reconfigurar fácilmente para satisfacer una gran variedad de necesidades de investigación.