Instituto Van Andel
Construidos en dos fases aterrazadas en una zona urbana empinada, los laboratorios flexibles de este edificio tienen tragaluces abovedados de vidrio sinterizado que evocan los rápidos del vecino Río Grande y hacen de él uno de los primeros centros de investigación que maximiza la iluminación natural.
El Instituto Van Andel de Grand Rapids, Michigan, con sus cerramientos curvos acristalados que caen en cascada sobre la planta de cada piso aterrazado, evoca los rápidos del Río Grande vecino y alberga un instituto de investigación oncológica avanzada. En respuesta a un terreno empinado e irregular en un centro urbano, Viñoly diseñó unas instalaciones flexibles y construible en etapas que estimularan la interacción entre investigadores y se adaptaran a las necesidades cambiantes del programa de investigación de este instituto privado fundado en 1997.
El perfil del edificio es el resultado de los pisos en terraza, que interactúan con atrios interiores de doble altura y con la abrupta topografía en pendiente. Los tragaluces a base de arcos segmentados están compuestos de vidrio sinterizado traslúcido que permite la entrada de luz natural en los laboratorios de investigación, una característica poco común en los edificios de este tipo. El espacio de investigación, el más grande de las zonas del programa, es también el más flexible: todos los equipamientos y mobiliario fijos están ubicados en una zona auxiliar adyacente. La típica mesa de laboratorio fija se reinterpretó como una mesa móvil, con iluminación directa integrada y un sistema de gestión de energía/datos, y con tuberías de aspiración y conductos de gas específicos. Las zonas comunes de circulación pública estimulan la interacción entre los investigadores. Los espacios oscuros y sensibles a la vibración, como el auditorio con capacidad para 350 personas y el vivarium, se ubican en los niveles inferiores del edificio, soterrados dentro de la colina.
La cubierta emerge de un volumen vertical de hormigón que alberga los núcleos de circulación y las funciones de servicio del edificio. Desde que se terminó la etapa II a finales de 2009, este núcleo vertical funciona como un eje central. Al este de este núcleo, hay tres pisos con iluminación natural que albergan laboratorios y oficinas administrativas sobre la explanada de la entrada principal, orientada hacia Bostwick Street. Al oeste, cinco pisos en cascada descienden por la colina para ofrecer a los investigadores y administradores amplias vistas del centro de Grand Rapids y del Río Grande en la distancia. La entrada principal en el Nivel 3 conduce directamente a los espacios públicos, desde los que puede accederse a los espacios de conferencias y eventos, la cafetería y la biblioteca. En los niveles inferiores se dispone el estacionamiento para 100 vehículos, una zona de carga, el vivarium y espacios auxiliares.