Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat
El museo está situado en el histórico barrio de Puerto Madero de Buenos Aires y destaca por los singulares dispositivos móviles que actúan como parasoles durante el día, controlando la luz que entra en las salas abovedadas, y dejan expuesta la galería a la ciudad después de la puesta de sol.
Es un museo de arte público donde se expone la amplia colección de arte europeo y argentino de la empresaria, coleccionista de arte y filántropa argentina Amalia Lacroze de Fortabat. La Colección Fortabat es una muestra innovadora de arquitectura en un entorno histórico. El edificio refleja el contexto marítimo de Puerto Madero —un canal histórico y distrito industrial con almacenes de ladrillo y muelles ubicado junto al centro de Buenos Aires en rápido proceso de revitalización— y simultáneamente crea una arquitectura contemporánea que se adecua a la exposición de arte y se abre a la ciudad.
Los objetivos de este diseño se lograron mayormente en la cubierta arqueada, que cuenta con 12 parasoles móviles que tamizan la luz solar que ilumina el edificio. La cubierta en sí es una bóveda de barril acristalada sobre el piso principal y las salas situadas en entrepisos, con nervaduras de acero que soportan la superficie acristalada de alta calidad y la serie de paneles superpuestos que funcionan como parasoles. Dependiendo del momento del día y las condiciones climáticas, estos paneles controlados por computadora se pueden posicionar de diferentes formas para proporcionar sombra a la galería, abrirla parcialmente al cielo o permitir la entrada de luz difusa. Por la noche, los parasoles se pueden abrir por completo, convirtiendo el edificio en una presencia translúcida y brillante sobre el agua y ofreciendo a los visitantes una espectacular vista del perfil urbano de la ciudad.
Si bien la cubierta móvil permite establecer una relación visual entre las torres acristaladas del centro de la ciudad y el interior de la sala principal, una estructura de hormigón al otro lado del edificio evoca el antiguo puerto industrial. Este volumen está delimitado por un muro de exterior liso, que proporciona soporte estructural a la cubierta abovedada desde su cúspide y alberga los principales espacios de circulación y servicios que conectan la planta baja con la sala de exposiciones principal del piso superior y con la del sótano y las zonas de almacenamiento subterráneas.
Los visitantes entran al vestíbulo de doble altura desde un pasadizo exterior techado en la planta baja. Frente al pasadizo de la entrada principal se encuentra una cafetería con acceso independiente desde la plaza al aire libre del museo y la explanada del muelle, que integra el museo en la vida pública del barrio. Dos terrazas exteriores amplían el piso de la galería principal fuera del envoltorio del edificio, proporcionando más espacio al aire libre para socializar y contemplar el centro de Buenos Aires.